Tal vez sea que me tirado todo el finde vomitando, o que este cielo gris me entristece o simplemente que estoy prementrual, pero hoy es uno de esos días en los que veo la vida, mi vida, con realismo, y lo cierto es que la realidad es dolorosa. Normalmente me sepulto bajo peliculas y libros para (como diría el gran Joaquín Sabina) ponerme en la piel de todas esa personas que nunca seré, visitar los sitios donde nunca podré estar. Me gusta la frase de Locke "no me digas lo que no puedo hacer" pero poder y querer son dos cosas diferentes. Por ejemplo: hoy he estado viendo las fotos de Yoli en Roma, ayer mi tia Victoria le dijo a mi madre que ella y mi tío se van unos dias a Argentina y Miri se va a Senegal, y me dan envidia, envidia sana, o todo lo sana que puede ser la envidia. Mi hermano y yo estuvimos casi 4 horas en el metro el finde pasado intentando encontrar una línea en la que funcionara el ascensor para poder volver a casa. Osea, que quiero viajar, pero no puedo, y aunque suene a tópico, no es pesimismo, es REALISMO. Y esto es sólo un ejemplo, hay muchas cosas mas que quiero y no puedo.
Estoy harta de frases bonitas, edulcoradas, empalagosas sobre que bonita es la vida, los amistad, la familia, porque lo cierto es que a la hora de la verdad, la única persona con la que puedo contar es mi madre que tiene 68 años y no es inmortal. Tanta tontería con la amistad …, pero si estamos solos, S-O-L-O-S, eso es así, no hay que dar mas vueltas.
Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, y es verdad. Es lo último que perdí.
Espacio Profundo 